lunes, 21 de noviembre de 2011

TítuloOroaetus Isidori (agila real de montaña) de la entrada



Descripción:
En Oroaetus Isidori ambos sexos son similares. La longitud total varía entre 630 y 710 mm, sobre el peso no existe información disponible. Sin fases de coloración (Márquez et al. 2005).

El adulto presenta una cresta occipital terminada en punta. Los tarsos son emplumados. La cabeza, el cuello y el dorso son de color negro. Las rémiges primarias y secundarias externas son de color gris-marrón en la base y con vexilos internos color crema. La cola tiene la punta ancha y con una franja ancha de color gris-café en la parte media. Las partes inferiores (excepto el cuello y la cabeza) son de color rufo-castaño salpicado (verticalmente) de negro. Las alas (por debajo) presentan puntas negras y rémiges color crema en la base, con coberteras color rufo. El iris es anaranjado, el pico negro y los dedos amarillos (Márquez et al. 2005).

Los juveniles tienen la cabeza, el cuello y las partes inferiores blancas, el píleo, la nuca y la tibia están salpicados verticalmente de color café-negruzco. La parte dorsal es de color crema-marrón con coberteras terminadas en puntas más claras. La cola es de color marrón-gris con tres franjas negras angostas (Blake 1977).

Habita:
Esta especie  habita en bosques húmedos de montaña relativamente inalterados y con alguna frecuencia en los valles mas grandes (Hilty y Brown 1986).

Se encuentra distribuida principalmente en los piedemontes y laderas de las tres cordilleras de los Andes (Marqués et al. 2005)

Se encuentra entre los 300 y 3300 m de altura.
En Colombia está en:
Antioquia: Alto de Minas, cordillera Occidental, registro visual (C. Márquez obs. pers.).
Boyacá: Campo Hermoso, macho en ICN del 11 de febrero de 1995
Caquetá: montañas de Florencia, sobre 1800 m, registrada en Hilty y Brown (1986). 
Santander: vereda La Jabonera, Oca monte, espécimen en IAvH del 13 de septiembre de 1978 (Álvarez et al. 2000).
Quindío: Reserva Natural La Guayana, valle del Cócora, alto Quindío, observada a 2800 m en mayo de 1991
Meta: Restrepo, sobre Sabana, a 300 m, hembra en ICN del 5 de agosto de 1988 (Álvarez et al. 2000). 



Hábitos:
El tamaño de sus garras y el poder de sus tarsos le permiten a esta águila alimentarse de mamíferos y aves de buen tamaño (pavos, puerco espines, ardillas y perros de monte entre otros) (Márquez y Rengifo 2002).

La estrategia de caza de esta especie generalmente consiste en volar bajo sobre el dosel del bosque, buscando presas (Hilty y Brown 1986, del Hoyo et al. 1994). Planea con las alas en posición horizontal y hace presa de grandes aves y mamíferos arbóreos, como paujiles o ardillas (Hilty y Brown 1986).

En la Reserva Natural Nirvana se ha observado a esta especie alimentándose de guacharacas (Ortalis sp.) y en La Cocha según los habitantes locales se alimenta de los churucos (Lagothrix lagothricha lugens) que suben desde el Putumayo durante la época de Semana Santa. También hace presa de gallos y pollos domésticos (E. Constantino com. pers. en Hilty y Brown 1986). En el alto Quindío se observó un adulto que llevaba un perezoso en las garras (L. M. Rengifo obs. pers. en Márquez y Rengifo 2002).




Comportamiento: 
El presente estudio abarca alrededor de 100 h de observaciones  de
comportamientos, de los  cuales  los  principales  que se reportan son: ramas 
llevadas  al nido para su construcción y  mantenimiento, posturas especiales,
copulaciones, vuelos  de cortejo en pareja, vocalizaciones, presas, vuelos  y
llamados de defensa del nido y comportamientos generales de estas águilas en
los alrededores del árbol del nido.
Lamentablemente no se ha registrado incubación de esta pareja de O. isidori
en el nido mencionado, pero se espera que la energía invertida en la
construcción de este nido y la defensa del mismo culmine con la producción de
un nuevo individuo a la población de esta especie.


Su conservación:
Esta especie está en peligro debido principalmente a la fragmentación y destrucción del hábitat en donde habita. Se considera que el guamán ha perdido un 63% de su hábitat y que posiblemente debido a la presión de cacería y su consecuente eliminación de individuos (adultos y juveniles), esta especie ha perdido más del 30% de su población en 3 generaciones (más de treinta años) (Rengifo et al., 2002). Paralelo a las amenazas descritas anteriormente se pueden mencionar otros factores que posiblemente han venido repercutiendo negativamente sobre las poblaciones de esta especie tales como la extracción de árboles de gran porte y maderas finas lo cual se convierte en un limitante para la reproducción de la especie al igual que la competencia por presas debido a la caza indiscriminada en los lugares en donde habita el guamán. Es importante anotar que los individuos juveniles fácilmente adquieren el hábito de cazar aves de corral y mamíferos domésticos en los vecindarios de sus territorios, razón por la cual son heridos o eliminados con relativa facilidad. Esta situación en el largo plazo no permite el reclutamiento de individuos a la población, haciendo la especie más vulnerable aún (Rengifo et al. 2002).




Anexos:






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